Me llevo el sonido de tu risa cuando te hice reír por primera vez, y aún sostengo que esa jauría se escucha hasta el pueblo vecino (aunque debo reconocer que a mi a veces también me da por aullar), me llevo la expresión de preocupación en tu mirada cuando me conociste en mis días oscuros, siento haber sido un imbécil en aquellos días, pero ya sabes, me suele pasar.
Me llevo tu amistad a donde quiera que voy, y aunque me fuera hasta el otro lado del mundo, ahí pensaría en ti.
Incluso me llevo tus tristezas, para que ya no te hagan daño, me llevo tu dolor y me lo guardo en el bolsillo, no pasará nada, descuida, quizás me arañe un poco pero nada más.
Que aquello que hizo que nuestros caminos se cruzaran perdure aunque se destruya el mundo.
Con mi cariño...
Escrito por seifil a las 27 de Noviembre 2006 a las 07:57 PM